Tercer año consecutivo trabajando con los cafés de Leon Christianakis, y este Kent AA de Acacia Hills reafirma por qué volvemos cada temporada. Presenta una dulzura intensa que nos recuerda a la manzana de feria y al almíbar, envuelta en una textura sedosa y una acidez moderada. Su retrogusto nos trae recuerdos de ciruela amarilla madura, aportando una sensación jugosa y nítida en boca. Es un café vibrante pero accesible, ideal para filtros diarios con carácter.
Acacia Hills Estate se encuentra en el corazón de Oldeani, en las laderas del Monte Oldeani, justo en el límite sur del Área de Conservación del Ngorongoro y a pocos kilómetros del Parque Nacional Serengeti. Esta ubicación privilegiada no solo ofrece vistas impresionantes, sino también un ecosistema diverso que influye directamente en la calidad del café cultivado allí.
El terreno que hoy ocupa la finca fue anteriormente parte de varias fincas más pequeñas, iniciadas por colonos alemanes a principios del siglo XX. En los años 60, estas tierras se consolidaron como Acacia Hills Estate, y desde entonces han estado dedicadas al cultivo de café.
En 2007, Leon Christianakis, productor tanzano de segunda generación, adquirió la finca junto con Mark Stell de Portland Coffee Roasters, con el objetivo de convertirla en un modelo de excelencia cafetera. Leon ha implementado prácticas agrícolas regenerativas como el cultivo bajo sombra gestionada, el análisis de suelo, y una estricta trazabilidad por lotes. Su enfoque combina el respeto por la tierra con una visión moderna de la calidad.
La finca también se destaca por su laboratorio de cata propio, lo que permite a Leon realizar pruebas sensoriales directamente en origen y ajustar sus métodos de beneficio en función de los resultados. Además, es pionero en fomentar relaciones directas con tostadores, asegurando transparencia y consistencia a largo plazo.
Proceso
Las cerezas se seleccionan manualmente en el campo y se despulpan el mismo día en la estación de lavado. A continuación, se someten a una fermentación abierta de 12 a 13 horas, revisada constantemente para asegurar un proceso controlado. Después del lavado, el pergamino se clasifica según densidad (P1, P2, flotadores) y se seca durante 13 a 16 días en camas africanas elevadas hasta alcanzar el 12% de humedad. Finalmente, el café se traslada a una zona de almacenamiento seco antes de su trilla y exportación.
En breves tendremos la receta de este café.
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