Este café se caracteriza por sus notas principales de ciruela amarilla, miel y cereza, que ofrecen una experiencia dulce y jugosa. A medida que evoluciona, se pueden percibir ligeros matices de chocolate 70%, bizcocho, y un toque de nectarina y frutos secos garapiñados. Otros notas que podemos encontrar son dátiles, granada, kiwi amarillo, y un toque licoroso, aportando complejidad y una sensación aterciopelada en el paladar.
Historia
Finca Las Brisas, situada en Juayúa, en la cordillera de Apaneca Ilamatepec, es un claro ejemplo de cómo la tecnología y las prácticas agrícolas sostenibles pueden transformar el futuro del café. Mientras muchos productores en El Salvador han enfrentado desafíos como el cambio climático y la roya, Carlos Pola ha logrado mantener una plantación saludable con calidad sobresaliente y producción en aumento.
Carlos, la quinta generación de una familia de agricultores, trabajó en la industria textil durante 20 años antes de dedicarse por completo al café en 2012, convencido de que la industria de especialidad traía consigo nuevas oportunidades. Hoy en día, administra Finca Las Brisas y otras dos fincas familiares, donde ha invertido en tecnología y sostenibilidad para impulsar la producción.
Una de sus innovaciones clave es el uso de hongos micorrizas, que forman una relación simbiótica con los árboles de café, mejorando la absorción de nutrientes y la retención de agua, lo que ha permitido mantener sus árboles sanos incluso en épocas de sequía.
Renovación de la Granja
Cuando la roya afectó gravemente la región en 2012-2013, Carlos renovó la mayor parte de su finca con variedades resistentes a la enfermedad, manteniendo solo un pequeño porcentaje de Bourbon. Hoy, Finca Las Brisas cultiva una mezcla de híbridos, incluyendo Pacamara, Pacas y otros, garantizando calidad en taza y sostenibilidad.
Agricultura del Siglo XXI
Carlos también ha implementado técnicas innovadoras, como la agricultura en curvas de nivel, que ayuda a conservar el agua y prevenir la erosión, y el uso de tecnología para rastrear el café desde la finca hasta la taza mediante códigos QR. Esta mentalidad vanguardista le ha permitido seguir experimentando con nuevos métodos de procesamiento, siempre buscando ofrecer experiencias únicas a los tostadores.
Este es nuestro tercer año consecutivo trabajando con Carlos Pola y su equipo, siendo este el primer año con un 100% de trato directo, lo que fortalece aún más nuestra colaboración y garantiza un café de la más alta calidad y trazabilidad.
Proceso
Fermentación anaeróbica de 120 horas (5 días) en cereza flotadas con agua limpia, sin despulpar. El secado comienza los primeros 3-4 días extendido con sol directo, seguido de un secado en capas gruesas bajo sarán del 70% para secar lentamente, evitando sobrecalentamiento y daño del embrión. El proceso de secado dura entre 25 y 30 días.
A la hora de replicar la receta, hay diferentes variables que pueden interferir en el resultado final de tu taza, tales como la fecha de tueste, conservación de los granos, ambiente, agua, etc. Es importante tener en cuenta que todos estos factores puedan influir y tengas que hacer pequeños ajustes al replicar esta receta.
Método: OREA
Molino: Fellow Ode al número 8I
Agua mineral recomendada: Lanjarón
Hemos utilizado 15 gramos de café por 240 gramos de agua a una temperatura de 96º
Añadimos el agua en 3 vertidos. Primer vertido 70 ml esperamos 35 segundos, el segundo vertido añadimos 70 ml de agua al 1:10 y seguidamente vertemos el resto del agua hasta llegar a los 240ml. El tiempo total de infusión debería de ser de 1:40. consiguiendo con esta receta un TDS de 1,22% y un porcentaje de extracción del 19,52%